Lo que nadie dice que sucede a tu cuerpo cuando te quitan la matriz

La histerectomía, conocida comúnmente como la cirugía para quitar la matriz o útero, es un procedimiento que muchas mujeres enfrentan por distintas razones: miomas, sangrados excesivos, endometriosis, cáncer o problemas uterinos crónicos. Sin embargo, más allá de la operación en sí, hay cambios físicos y emocionales que pocas veces se explican con detalle.

1. Cambios hormonales y ciclos

Si solo se retira el útero, pero se dejan los ovarios, las hormonas femeninas siguen produciéndose y no se entra de inmediato en la menopausia. Sin embargo, muchas mujeres reportan alteraciones en su ciclo interno, sofocos o cambios de humor en los primeros meses, debido al estrés que sufre el organismo. Si también se retiran los ovarios, la menopausia es inmediata y los síntomas pueden ser más intensos.

2. Cambios en la figura y el abdomen

Algunas mujeres notan que el abdomen bajo se ve o se siente diferente, más blando o con leve inflamación permanente. Esto puede deberse a cambios en el tono muscular y en la distribución de grasa. Un buen plan de ejercicio suave y alimentación equilibrada ayuda a controlar este cambio.

3. Relación con la intimidad

Aunque la histerectomía no elimina la capacidad de sentir placer, sí puede haber variaciones en la sensibilidad o en la lubricación. Algunas mujeres experimentan sequedad vaginal o cambios en la intensidad de los orgasmos. La comunicación con la pareja y, si es necesario, el uso de lubricantes o terapia sexual, pueden ayudar.

4. Cambios emocionales

La matriz no solo es un órgano físico, también tiene un significado emocional y simbólico para muchas mujeres. Después de la cirugía, pueden aparecer sentimientos de pérdida, tristeza o cambios en la autoestima. Es importante reconocer estas emociones y, de ser necesario, buscar apoyo psicológico.

5. Recuperación y fuerza interna

Aunque es una cirugía mayor, la recuperación puede ser un momento para reconectar con el propio cuerpo. Con reposo, cuidados médicos y hábitos saludables, muchas mujeres logran sentirse más libres de dolor y con mejor calidad de vida que antes de la operación.

En resumen, quitar la matriz es más que un procedimiento quirúrgico: es un cambio integral que afecta cuerpo, mente y emociones. Con información, cuidados y apoyo, el proceso puede ser mucho más llevadero.